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lunes, 4 de octubre de 2010

El Mapuche




El Mapuche
(Mapu: tierra Che: Gente; Gente de la Tierra)
Chile



Elección del Toqui Caupolicán

("La Araucana", Alonso de Ercilla, 07 agosto 1533-29 noviembre 1594, España)


Con un desdén y muestra confiada
asiendo del troncón duro y ñudoso,
como si fuera vara delicada
se le pone en el hombro poderoso.
La gente enmudeció maravillada
de ver el fuerte cuerpo tan nervoso,
la color a Lincoya se le muda,
poniendo en su vitoria mucha duda.


El bárbaro sagaz de espacio andaba
y a todo priesa entraba el claro día;
el sol las largas sombras acortaba
mas él nunca descrece en su porfía.
Al ocaso la luz se retiraba
ni por esto flaqueza en él había;
las estrellas se muestran claramente,
y no muestra cansancio aquel valiente.



                Yo soy mapuche sí, ese que estaban pensando ustedes. Ese mismo, el mapuche hediondo, feo, asqueroso, inmundo, ladrón, flojo, borracho, ebrio, cobarde y otros adjetivos y apelativos que se utilizan comúnmente en Chile en los hogares de gente “de bien”, en los Twitter, Chats, Blogs, etc., para referirse a nuestra raza.
               
                Yo soy ese mapuche hediondo, asqueroso e inmundo que jamás se ducha o se baña, que generalmente cuando camina por las calles deja una estela de hedor repugnante que escandaliza a los chilenos limpios, bien aseados y perfumados y que provoca tanta aversión.

                Yo soy ese mapuche flojo de cabello hirsuto, barba rala que camina por las calles con la cabeza inclinada por temor a que alguien descubra su ascendencia y su aspecto contrahecho y su inmundo origen. Ese mapuche que, teniendo tantas hectáreas de terreno, no es capaz se sembrar unas cuantas papas (patatas) y que cuando las siembra se las pagan a “precio de huevo” o con un par de maravedíes con lo cual no alcanza siquiera para cancelar las semillas que se utilizaron para la siembra.  

                Yo soy ese mapuche ebrio y borracho que, en cuanto obtiene un poco de dinero, producto de su trabajo o robos, lo invierte en bacanales con abundantes licores y vinos baratos bebiéndoselos hasta quedar extasiado y sin valerse por sí mismo como si hubiese sido tocado por Dionisio o Baco, hijo de Zeus y Sémele. Ese mismo mapuche que, incluso, llega al extremo de olvidarse de su familia, esposa e hijos a quienes, producto del estado en que quedó, deja abandonados y hace que terminan muriendo de hambre producto de mi irresponsabilidad.

                Yo soy ese mapuche ladrón que con el solo hecho de entrar a un supermercado o a un Mall  hace que todas las cámaras de video y televigilancia  se centren en él desde que pone el pie en el establecimiento, hasta que sale de él sin antes ser revisado minuciosamente por los guardias de seguridad, todos caucásicos, para corroborar si entre sus ropas lleva algún botín como un chocolate de 150 pesos (0,25 euros o 0,35 dólares aproximadamente).

                Yo soy ese mapuche cobarde que en el año 1535 de nuestra era recibió a los españoles que pisaban por primera vez nuestra tierra (Chile) quienes habían zarpado desde el Cuzco (Perú), para después de haber cruzado la terrible cordillera, llegaban al valle de Copiapó liderados por el conquistador español Diego de Almagro acompañado de quinientos guerreros, más unos 10.000 indios yanaconas a quienes utilizaban para transportar armas, ropas y alimentos (muchos de ellos desertaron de la empresa o murieron cansados y extenuados en el transcurso del camino, antes de llegar a Chile).  Ese mapuche cobarde soy yo, quien en cuanto los vio aparecer en tierra chilena no actuó como lo hicieron nuestros ancestros en el resto de de los territorios de América quienes, al verlos, consideraron que eran dioses que venían de otra dimensión y que el hombre y el caballo eran un solo ser, una especie de centauro, a quienes debían adorar. Y sí que lo hicieron, pues los españoles sacaban de sus equipajes toda clase de objetos sin valor, como cascabeles o espejos y se los entregaban a los indianos a cambio de cadenas o figuras de oro que llevaban como atuendo, siendo uno de los primeros engaños que se producían por parte de los españoles hacia la gente de nuestro pueblo.

                 Ese mapuche soy yo, quien al verlos por vez primera, sin preguntarle quienes eran ni de dónde venían, los atacó sin piedad con macanas, boleadoras, hondas y flechas quemándoles sus casas de adobe recién construidas y dando muerte a la gran mayoría de sus soldados, lo que produjo una fuga masiva a su lugar de origen. Ese mapuche cobarde que, después de triunfar en cada batalla y una vez haber enfrentado a los españoles, se preguntaba en sus reuniones de dónde venían éstos, pues la idea era atacarlos y destruirlos en su lugar de origen sin saber que venían de un lejano país llamado España, uno de los países de Europa .


               Ese mapuche soy yo, si, yo soy el valeroso e inteligente Michimalonko, el arrojado Aillafilu, el destacado líder militar Lautaro, el heroico Galvarino, el Caudillo Caupolicán, el sabio cacique Colocolo, la valerosa lider mapuche Janequeo, el artífice de la batalla de Curalaba Pelantaro, el cacique mapuche Anganamon, el héroe del combate de Las Cangrejeras Lientur, el tenaz combatiente Aillacuriche, el gran héroe Kilapan, el cacique de dos corazones Kalfukura, el noble indígena Epulef, el "indiecito santo" Namunkura, quienes lucharon hasta entregar su vida defendiendo, pobremente armados, pero con gran valentía, a su pueblo, de los invasores españoles durante tres siglos.

¡Ese mapuche soy yo!

   ¡Witrange anay! Wünkey com pu che ñi duam


1 comentario:

  1. Estimado hermano ,
    Mari -mari exufal peñi ...
    Somos indigenas de este territorio ( wallmapu ), unos nacidos al norte , otros al sur , este y oeste , entre todos estos la mayoría somos mapuche , hay también indigenas que ya no son mapuche , sino cristianos ( católicos o evangélicos ) . Tampoco debemos olvidar que cada vez hay más chilenos que ya no son cristianos , sino mapuche , estos últimos han tomado la percepción nuestra ( mapuche ) de comprender al hombre , la naturaleza ( Ñuque Mapu ) y el universo ( Chau Negenechen ) , el nuestro .
    La fineza de nuestra cosmovisión , la riqueza de nuestra lengua , la belleza de nuestro saludo " Mari - mari pu peñi " , son algunas indicaciones que muestran la fuerza ( newen ) de nuestra cultura .
    Llegaron a nuestro territorio los adoradores de Dios y la Biblia a engañar , a robar y asesinar , no fuimos nosotros quienes trajeron esas practicas , eso no es mapuche , es cristiano . Hoy sigue el asunto de la misma manera ... _incluso más , con la aplicación de la " ley antiterrorista " .
    El hecho que se ataque nuestras autoridades religiosa - espirituales , los machis , es otro paso más de intento de genócidio por el estado ( cristiano ) de Chile . A todo eso , con el silencio notorio de las otras confesiones religiosas .
    Sin nuestra Madre Tierra ( ñuque mapu ) el mapuche no puede existir , eso es conocido por el enemigo y es ahí donde somos atacado permanentemente .
    Es por ello nuestra lucha dura tantos siglos , es un problema de vida o muerte .

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